La mariposa y La Bruja...
Había una vez en un bosque, un palacio de cristal donde vivían muchas mariposas felices. La más pequeña de las mariposas era Rayo de Luna azul, era una mariposa azul la más alegre.
Tenían un jardín, donde Rayo de Luna azul jugaba todas las tardes. Después, iba al bosque, recogía nectar de las flores, y jugaba con los animales y volvía a casa.
Cerca de allí, había un castillo. En aquel lugar vivía la bruja negra. Nunca salía de su castillo, temía ser descubierta por Rayo de Luna azul y las demás mariposas.
Pero, un buen día, estaba viendo la bruja a Rayo de Luna azul por la ventana, y la encontró tan guapa, y disfrutando tanto con los animales que no pudo resistir.
—¡Claro! — dijo — ¡me vengaré de ella! ¡por su culpa no puedo salir y tengo que quedarme aquí! .Y, rápidamente dijo a las mariposas que iba a quemar el bosque.
Cuando se fue la bruja, las mariposas se asustaron:
—¡Qué horror! ¡Pobre Rayo de Luna!
—¿No podemos hacer nada por ella?
En ese momento entró Rayo de Luna azul y le contaron lo sucedido.
—¡No importa! – dijo ella —¡Yo salvaré el bosque!
Cuando hubo cogido a todos los animales, volvió a casa.
Mientras tanto, bruja negra, preparaba fórmulas.
—Diente de ratón, una pata de araña, concha de caracol rayada —leía la bruja.
Rápidamente se enfrentaron.
—Pata de cabra/ cabra de pata/ suerte, suerte/ quiero verte/ y junto a mí tenerte —recitaban las dos.
—Abracadabra/ narices de gata/ conviértete/ en una rata
—dijo la bruja negra. Y Rayo de Luna azul fue una rata. Pero no se dio por vencida.
—Violetas, lilas/ rosas amarillas/ conviértete/ en una polilla —dijo. Y la bruja fue una polilla.
Y así transcurrió la tarde.
Pero las amigas de Rayo de Luna azul se convirtieron ellas mismas en diminutas y fueron a ayudar a Rayo de Luna azul.
Finalmente, con la magia de todas, lanzaron un polvo mágico sobre bruja negra, que quedó transformada en un mariposa blanca preciosa y, además ya tendría su uniforme, le llenaron el traje de estrellas brillantes. Bruja negra quiso cambiar de nombre, y decidió que se llamaría Brillo de Luna blanca.
Rayo de Luna azul y Brillo de Luna blanca eran ya muy amigas.
Entonces, Estrellita, un mariposa amarilla muy buena y con muchas ideas, dijo:
—¡Brillo de Luna blanca! ¿Te apetecería ir a verte en un espejo y disfrutar de tu nueva casa?
—¡Claro que me gustaría! —dijo ella.
—Bueno, pues… ¡Entra! —dijo Estrellita.
Mientras estaba dentro, prepararon una fiesta en su honor. Todas las mariposas
Cuando salió, se quedó maravillada.
—¡Gracias! ¡Gracias! —dijo.
Todas disfrutaron mucho comiendo y riendo.
De repente, Brillo de luna blanca vio que una cuervo y una ardilla juguetona la miraban con envidia.
A la ardilla le dio un trozo de pastel y un poco de semillas al cuervo.
Y Brillo de Luna blanca jamás volvió a maltratar el bosque. Y aprendió que la naturaleza siempre está manifestándose
En el amor hacia cada ser del bosque...
fin....
el loco del bosque
